Cantos
Interleccionales
Aclamación “Aleluya”
• La
palabra Aleluya significa alabar a Dios.
• Esta
aclamación constituye por sí misma un rito, o bien un acto, por el que la
asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el
Evangelio, y en la cual profesa su fe con el canto.
Características:
• Por
su carácter festivo admite diferentes tipos de ritmos e instrumentos.
• Debe
empezar siempre por la palabra “Aleluya”.
• Se
canta estando todos de pie, iniciándolo los cantores o el cantor, y si fuere
necesario, se repite.
• Se
canta en todo tiempo, excepto durante la Cuaresma.
Aspectos a tener en cuenta.
• Posee
un versículo evangélico intermedio (Antífona Aleluyática).
• La
antífona no se debe cambiar ni duplicar.
• Se
duplica cuando cantamos una Antífona como “Buscad primero el Reino de Dios…” y
la que propone para ese día el Leccionario es otra y ésta es proclamada
también, en este caso se hicieron dos antífonas diferentes; la única
válida es la que tiene el Leccionario.
• Si
queremos cantar la Antífona debemos colocarle o adaptarle música a la que
propone el mencionado libro.
Su estructura es:
Aleluya - Antífona -
Aleluya
Errores más frecuentes:
– Entonar
cantos que ocasionalmente tienen la palabra aleluya.
– Duplicar o
cambiar la antífona.
– Iniciar la
aclamación por otra palabra diferente a “Aleluya”.
Los
cantos procesionales
Ayudan a crear y mantener una
conciencia de comunidad. Se inspiran en antífonas que se encuentran en el
Misal.
Algunos son:
- El
canto de entrada
- El
canto que acompaña la presentación de los dones
- El
canto de comunión
El
canto de entrada
Ayuda…
• A
crear una atmósfera de celebración.
• A
poner a la asamblea en el estado de ánimo apropiado para escuchar la palabra de
Dios.
• Al
pueblo a volverse consciente de sí mismo como comunidad de culto.
• Introduce
a la asamblea en el misterio del tiempo litúrgico.
• Acompaña
la procesión del sacerdote y los ministros.
Formas de cantarlo:
• Alternado
entre uno o varios cantores y el pueblo
• Interpretado
por todo el pueblo.
Temática:
• Inspirado
en la antífona de entrada.
• Un
canto que sea apropiado a la índole de la acción sagrada, del día o del tiempo
litúrgico.
Errores más frecuentes:
• Entonar
canciones que no respetan la temática.
• Cantar
alabanzas o mosaicos de éstas.
• Interpretar
los mismos cantos de entrada durante todo el año litúrgico.
• Impedir
la participación de todo el pueblo de Dios.
Presentación
de los dones
Simboliza la entrada de
Cristo a Jerusalén, donde debería morir y resucitar.
Su finalidad es:
Acompañar la procesión
en la que se llevan los dones.
Reflejar y reafirmar la
palabra de Dios escuchada.
Temáticas:
- No
es necesario que el canto haga siempre referencia las ofrendas de Pan y Vino.
- Puede
ser un canto:
• Para
alabar a Dios por los dones recibidos
• Para
colocar nuestros bienes al servicio de los pobres
• De
hermandad o de regocijo de acuerdo con el tiempo litúrgico.
• Para
alabar a Jesús que se va a ofrecer por todos nosotros.
• Basado
en las Lecturas y Evangelio del día.
Aspectos a tener en cuenta:
- La
Presentación de Ofrendas es un buen momento para interpretar música
instrumental apropiada, de preferencia con el órgano, el teclado o la
guitarra, con ritmos suaves y que inviten a la contemplación.
- El
instrumentista no solo deberá tocar el instrumento sino también los corazones
de los fieles ayudándoles, con su música, a interiorizar la Palabra y a
prepararse para la Liturgia Eucarística.
- Es
recomendable variar y acompañar el momento con el silencio, éste propiciará la
interiorización.
El
canto de comunión
- Expresa, por
la unión de las voces, la unión espiritual de quienes comulgan.
- Manifiesta el
gozo del corazón y esclarece mejor la índole "comunitaria" de la
procesión para recibir la Eucaristía.
Temática:
• Se
puede inspirar en la antífona de comunión.
• Reflexión
sobre la palabra de Dios escuchada.
• Eucarística.
Características
- Se
inicia mientras el sacerdote toma el Sacramento y se prolonga mientras se
distribuye el Sacramento a los fieles.
- Lo
cantan todos, o el coro con el pueblo, o un cantor con el pueblo. Es posible
también que lo cante el coro solo si por ejemplo es el segundo canto de la
Comunión.
Errores más frecuentes:
- Entonar
cantos que no respetan la temática.
- Cantar
alabanzas o cantos de bendición que enfatizan más la adoración que la
comunión.
El
Salmo Responsorial
- Es
la respuesta a la Primera Lectura.
- Posee
un estribillo que se intercala entre los versos o estrofas (Respuesta
del Salmo o Antífona).
- Los
Versos y la Antífona se realizan de manera dialogada entre el o la salmista y
la asamblea, el cantor del salmo entona o proclama las estrofas y la comunidad
canta o responde al verso aclamando la Antífona.
- La
Antífona se debe recitar o cantar en forma de aclamación, es decir de
manera consciente, inmediata, vivaz y espontánea.
Melodía y música:
- Desde
hace muchos siglos atrás la Iglesia desarrolló una serie de fórmulas o melodías
para entonar los Salmos conocidas como “Fórmulas Salmódicas”.
- La
música gregoriana se adapta como ninguna otra al texto, por eso utilizarla para
los salmos era algo apenas lógico.
- Se
pueden usar otras melodías con tal que sean seleccionadas en armonía con el
tiempo litúrgico, la fiesta o la ocasión y puedan ser fácilmente cantados por
la asamblea.
- UN
SALMISTA ES… aquella persona que, con su voz modulada, da vida al
salmo; es quien expresa y comunica los diferentes sentimientos que poseen las
palabras del verso: alegría o dolor, penitencia o júbilo, admiración o lamento.
Lo anterior exige mucha preparación espiritual, teórica y práctica.
- UN
SALMISTA NO ES… un cantante profesional, un aficionado al cual se le
facilita el canto. No es una persona que canta fuerte o alguien que tenga buena
voluntad para cantar los salmos o que se atreve a hacerlo porque no hay nadie
más quien lo haga.
Recomendaciones:
- Preparar
con tiempo el servicio: lectura y meditación, ensayo, práctica y oración
para descubrir el mensaje del texto y de manera especial que le dice de manera
personal ese salmo.
- Practicar
con el músico instrumentista si va a haber acompañamiento.
- Cantar
los salmos en una actitud de oración profunda, dirigiendo su mirada
a la asamblea.
- Entonar antífona
con melodías sencillas. Lo que no quiere decir pobre o insulsa su ritmo debe
tener mucha relación con el texto.
- Enseñar
la antífona a la asamblea.
El Salmista debe:
• Saber
orar con el canto.
• Tener
una voz clara y sana.
• Ser
muy entonado y articular muy bien las palabras.
• Dominar
la modulación de la voz.
• Saber
manejar el micrófono
Errores más frecuentes:
• Entonar
otras canciones en vez del salmo propuesto por el leccionario.
• Interpretar
canciones en modo directo que impiden que la asamblea participe con la
respuesta.
Los
cantos suplementarios
Son aquellos cantos
para los cuales no hay textos específicos ni requerimiento alguno de que deba
haber un texto hablado o cantado.
• En
estos el coro puede desempeñar una función más plena, pues no existe la
posibilidad de usurpar las partes del pueblo.
• Entre
éstos encontramos:
- El
salmo o canto después de la comunión
- El
canto de despedida
Canto
de despedida
Características:
- En
el Misal no se encuentra relacionado, por lo tanto no es parte oficial del rito.
- Hay
libertad para planificar la música que proporcione una terminación apropiada a
la liturgia.
Temáticas sugeridas:
- Canto de
ánimo para continuar la Eucaristía fuera del templo.
- Canto a la
Santísima Virgen María.
- Canto de
envío a la misión
El
salmo o canto después de la comunión
Características:
- Es
un canto opcional que se puede entonar después de la distribución de la
comunión, teniendo en cuenta lo que solicite el sacerdote.
- Como
no se especifica ningún texto particular, hay amplia oportunidad para la
creatividad.
Recomendaciones para los Cantores y
Equipos de Música
• Conocer y
comunicarse con el Sacerdote.
• Estudiar y
entender las orientaciones de la Iglesia Católica con respecto a la música
litúrgica.
• Practicar y
respetar lo ensayado.
Decálogo
del Músico y del Cantor Litúrgico
1. Todo
instrumento musical es digno de participar en la liturgia, si se toca
debidamente.
2. Todo canto que
se usa en la liturgia debe ser compuesto expresamente para ella.
3. El canto y la
música deben estar al servicio de la palabra. Esta debe entenderse claramente.
4. Canto, música y
letra deben ayudar a la comunidad a expresar su fe cantando.
5. El canto y la
música son parte integrante de la celebración litúrgica, nunca motivos de
adorno o lucimiento personal.
6. Deben
preferirse los cantos inspirados en los Salmos o en la Palabra de Dios a otro
tipo de cantos llamados piadosos o sentimentales.
7. Los cantos que
acompañan un momento litúrgico: entrada, presentación de los dones, comunión,
no deben prolongarse más allá de esos momentos.
8. El canto debe
apoyar y expresar la acción litúrgica que se realiza: procesión de entrada,
presentación de dones, comunión, etc.
9. Los cantos y la
música que se toquen deben estar de acuerdo con los tiempos litúrgicos que
celebra la Iglesia.
10. Deben
excluirse de la acción litúrgica los cantos y la música compuesto para otros
fines, independientemente de su belleza o nobleza.
“Que
Dios los bendiga abundantemente, gracias por el servicio que tan generosamente
realizan. Que nuestra madre María les lleve de la mano para seguir a su Hijo
Jesús, centro y culmen de la Eucaristía”.